-Caligrafía.
-Fichas de letras: Utilizando diferentes técnicas como rodear, rellenar con gomets, pintar (con ceras, témperas de dedo, etc.).
-Canciones:
*LA MARCHA DE LAS VOCALES:
Que dejen toditos los libros abiertos,
ha sido la orden que dio el general,
que todos los niños estén muy atentos,
las cinco vocales van a desfilar…
Primero verás que pasa la A,
con sus dos patitas muy abiertas al marchar
Ahí viene la E, alzando los pies
el palo del medio es más chico como ves,
Aquí está la I, la sigue la O,
una es flaca y otra es gorda porque ya comió,
y luego hasta atrás…
Llegó la U, como la cuerda con que siempre saltas tú.
Primero verás que pasa la A,
con sus dos patitas muy abiertas al marchar
Ahí viene la E, alzando los pies
el palo del medio es más chico como ves,
Aquí está la I, la sigue la O,
una es flaca y otra es gorda porque ya comió,
y luego hasta atrás…
Llegó la U, como la cuerda con que siempre saltas tú.
LAS VOCALES:
Salió la A, salió la A
y no sé a dónde va.
Salió la A, salió la A
y no sé a dónde va.
A comprar un regalo a mi mama
A comprar un regalo a su mama
Salió la E , salió la E
No se a donde fue
Salió la E , salió la E
No se a donde fue
Fui con mi tía Marta a tomar té
Fue con su tía marta a tomar té
Salió la I, salió la I
Y yo no la sentí
Salió la I, salió la I
Y yo no la sentí
Fui a comprar un punto para mí
Fue a comprar un puntito para mí
Salió la O, salió la O
Y casi no volvió
Salió la O, salió la O
Y casi no volvió
Fui a comer tamales
Fue a comer tamales y engordó
Fue a comer tamales y engordó
Salió la U salió la U
Y qué me dices tú
Salió la U salió la U
Y qué me dices tú
Salí en mi bicicleta y llegue a Perú
Salió en su bicicleta y llegó a Perú
Aeiou ae aeiou
Aeiou io
Aeiou
-Adivinanzas:
*En Melilla hay tres,
en Madrid ninguna,
en Castilla, dos
y en Galicia una.
La letra L
*En medio del mar
Hay una letrita
No come ni bebe
Y siempre esta gordita
Letra A
*Piensa y lo adivinaras
¿Qué tiene Adán delante
Que Eva tiene detrás?
Letra A
*Una en la tierra
Una en la luna
Pero en el cielo
No encontraras ninguna
Letra A
*En medio del amor estoy
No soy buque ni vela
Y si vas al arsenal
Me encontraras la primera.
Letra A
*Casi la lleva al principio
Pancarta en la mitad
Y amanecer ya muy al final.
Letra C
*Dedos tiende dos
Pierna y brazos no
Letra D
*Me puedes ver en tu piso,
Y también en tu nariz:
Sin mi no habría ricos
Y nadie seria feliz
Letra I
*En cualquier día
De la semana me veras
Excepto el domingo
Que no me encontraras
Letra S
*La última soy del cielo
En dios el tercer lugar
Me encuentras siempre en navío
Y nunca estoy en el mar.
Letra O
*En melilla hay tres
En Madrid ninguno
En castilla dos
Y en Galicia una.
Letra L
-Juegos:
•Aprender el abecedario con plastilina.
•Aprender el abecedario con cubos.
•Aprender el abecedario con puzles.
•Aprender el abecedario con una alfombra de letras.
•Formar letras con el cuerpo de los niños.
Cuentos:
EL PAÍS DE LAS LETRAS Y EL SEÑOR ESTUDIOSO:
Érase una vez un pequeño país que existió hace muchísimos años cuando había gigantes y magos, duendes y hadas, en la época en que los animales y las letras hablaban. Se llamaba el País de las Letras. Todos los habitantes de este curioso lugar vivían en una ciudad rodeada por verdes campos salpicados de alegres flores de colores. Los bosques le daban sombra cuando el Sol les enviaba demasiado calor; unos riachuelos saltarines les proporcionaban agua fresca para beber y lugar donde jugar o refrescarse mientras chapoteaban y mojaban a los que se habían quedado en la orilla. A veces trataban de cruzarlos, saltando de piedra en piedra, con cuidado de no resbalarse.
En el país vecino vivían los gigantes, que, como todos los gigantes, eran altísimos. Les gustaba divertirse, pero, cuando se enfadaban, pisaban el suelo con tanta fuerza que retumbaban una y otra vez las campanas del País de las letras, como en los días de fiesta: <
Un día llegó al País de las Letras un señor bajito y simpático, cubierto por un sombrero y con unas gafas que le daban aire de personaje sabio. Y así era…, pues este señor tenía muchas ganas de aprender y descubrir cosas nuevas; por eso siempre llevaba un lápiz y una libreta en la mano en la que apuntaba todas las maravillas que iba descubriendo a lo largo de sus viajes. Pero de todas las cosas nuevas que iba aprendiendo, lo que más le gustaba eran las historias que escuchaba. <
Con esta idea en la cabeza, el sabio llegó al País de las Letras.
Paseó por las calles de la pequeña ciudad, observó las costumbres de sus habitantes y se asombró de la forma que tenían sus cuerpos y de la manera de comunicarse. Todos eran distintos y hablaban de forma diferente. Enseguida se dio cuenta de que, cuando iban varios juntos y hablaban, se oían palabras como las que se decían en el país del señor Estudioso.
Pensó que si dibujaba sus cuerpos y aprendía su forma de hablar, podría escribir, por fin, todos los cuentos y, de ese modo, no los olvidará. <
El señor Estudioso dibujó uno a uno a todos los habitantes del País de las Letras, aprendió sus sonidos y los hizo famosos en el mundo entero. También fueron muy conocidas las aventuras sucedidas en este país.
LA SEÑORITA DEL SILENCIO S:
Un día un circo al País de las Letras. Veréis lo que pasó: el primer día fue gente a ver la función, pero no demasiada. Las del circo pensaron: “Mañana, cuando se enteren de lo bonita que es, vendrá todo el mundo”. Pero al día siguiente fue menos gente que el primer día. Al tercer día, menos aun y así siguieron durante tres o cuatro días. El director del circo pensaba: “esta es mi ruina, no saco dinero ni para dar de comer a los leones. Organizaremos un desfile y así todo el mundo sabrá cuantas cosas divertidas tenemos y vendrán a vernos”
Así se hizo: organizaron un gran desfile lleno de color y de música. Las trompetas iban delante: itariii, tarariii; seguían los tambores: ¡pon…, pon…, porrorrón, pon, pon!; detrás los platillos: ¡Chin…. Chin…, Chin….!
Detrás de la caravana iba un empleado del circo, vestido de manera extravagante, gritando: “vengan, señores, vengan a ver el maravilloso circo Rojo-azul (así se llamaba). Podrán contemplar leones, tigres, elefantes gigantescos, focas amaestradas, perros equilibristas, divertidos payasos, arriesgados trapecista. Lo mejor del mundo entero, ¿venga, señores, vengan!” y otra vez las trompetas, los tambores, los platillos y los rugidos de las fieras. A eso se unió el fríterio de la gente que acudía a presenciar el desfile… ¡aquello era como una casa de locos!... ¡no había quien los soportase!
El rey U estaba en su despacho leyendo el periódico. Al oír la primera trompeta, se llevo tal susto que se le cayeron el e dio un golpe con la mesa. Cuando reaccionó, salio disparado diciendo: “¿Qué sucede?... ¿se hunde el palacio?... ¿vienen los gigantes?
Le explicaron que era un desfile del circo y entonces se enfado muchísimo y pregunto: “¿Quién les ha dado permiso para armar tanto jaleo mientras la gente trabaja?
¿O acaso no saben lo difícil que es trabajar si no hay silencio? ¡Que se callen inmediatamente!”
Pero, como nadie le oía con el ruido, tuvo que esperar a que terminase el desfile para poder encontrar una solución a este nuevo problema. Pidió que todas las personas de su reino fuesen al palacio para averiguar quien podría hacer mejor el trabajo de guardián del silencio. Para eso necesitaba oírles hablar.
Todos llegaron puntuales y, después de escucharlos, el Rey dijo: “la señorita S será desde hoy la responsable del silencio. Ella vigilara para que no haya ruido mientras se hace el trabajo importante, porque, en realidad, cuando habla ya esta mandando callar. Fijaos: sssssss….., ssssss… además, se pondrá un dedo en la boca, así, si alguien no la oye, la vera”
Mando que lo pregonasen por cada rincón del país. Toda la gente, y también los que venían con el circo, decían: “¡que importante es el trabajo de la señorita S! la obedeceremos siempre que nos mande callar”. Desde aquel día había tanta tranquilidad y silencio que todos trabajaban mucho y bien.
Los reyes llamaron a la señorita S para felicitarla e invitarla a ir de paseo con la familia real; ella se alegró un montón. Le apreció muy divertido cuando la princesa I la cogío de la mano y se oyó que las dos juntas decían: “¡SÍ!”. Luego, con la O: “¿SO!” y los caballos se pararon inmediatamente. Por turno, todos se fueron colocando muy excitados juntos a la señorita S y decían: “Sa…, se…, si…, so…, su”.
¿Qué podemos decir con ellos? … Sello…,seta…, sube…, sucio…, sapo…, saca, y muchas palabras más… ¿Qué divertido es!
Algún tiempo después, la señorita S se puso enferma con dolor de cabeza y tuvo que quedarse en cama. ¿Será posible que vuelvan el ruido y el jaleo? ¿Quién mandará callar ahora si no puede hacerlo ella? Otro día os lo contaré.
EL REY U:
En el País de las Letras gobernaban el rey y la reina, que habían tenido tres hijos: un príncipe y dos princesas. Los reyes tenían tanto trabajo en el palacio como todos los papás y las mamás del mundo: debían fregar, lavar la ropa, planchar, ir al médico y hacer la comida. Todas las personas del país los ayudaban con la profesión que habían elegido: jardinero, lechero, panadero, doctora, portero, enfermera, etc.; y los reyes procuraban que todos vivieran en paz y que no les faltara de nada: hospitales, escuelas, carreteras, lugares de diversión, espacios para practicar deporte, etc.
El rey U es fuerte y le gusta mucho comer, sobre todo las u…vas. Casi siempre tiene un racimo cerca y suele comer de él hasta cuando está distraído leyendo el periódico. Se pone al lado un cesto de u…vas y se las come sin parar.
El rey está muy orgulloso de su familia. Quiere mucho a la reina y a los príncipes, pero cuando se lleva un disgusto y se enfada, lo expresa de una forma rarísima: << ¡U-u-u-u!>>, que quiere decir: << ¡Estoy muy enfadado! >>.
El rey U, como todos los personajes de su reino, tiene varios trajes. Os voy a enseñar uno muy elegante, pero muy deprisa para que no se entere el rey U. Más adelante os lo dejará ver siempre que queráis.
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